viernes, 28 de septiembre de 2012

En la barra del bar

     Abre los ojos y mira a tu alrededor. Enciende la tele, lee un libro, una revista, juega a un video-juego o ponte una peli. ¿Qué ves?, ¿Qué está pasando?. Te lo diré: amor, todo es amor en esta vida, da igual la forma y el modo, porque siempre es lo mismo.
     Tu peli favorita esconde en realidad la historia de amor de los dos protagonistas, y al igual que en esto, la historia se repite en todo, en tu serie o en tu libro favorito. Fíjate en los cuentos, el joven caballero acaba siempre  besando a la bella dama, está escrito y así será.
     Ahora enciende la tele y pon la publicidad, cualquier anuncio, da igual, descubrirás sin duda alguna más de lo mismo. Ves un anuncio de dos tíos practicando sexo, cuando descubres que cuando finaliza te están queriendo vender un coche, porque sí, porque todo es amor, y locura y cuando estos dos parámetros se juntan suelen acabar en una sola cosa, sexo. Otra buena conclusión.
     Porque sí, porque vas por la calle y todo es amor, ves como los viejecitos van cogidos de la mano, como el borracho se cabrea y destroza cualquier pared porque su novia le ha dejado, ves como ella llora y él mientras tanto chilla de la impotencia que siente. Sólo puede ser producto del amor, ese amor que  nos vuelve a todos locos. Se termina el sexo, pero la locura sigue vigente.
     Sé que todo es amor, pero no sabría como definirlo,  no sé hasta que punto lo he vivido, solo sé que no hay mujer de la que no me haya enamorado unos segundos o lleve enamorado de ella toda una vida. Intento descubrir cual es el mejor momento para enamorarme, todavía no lo sé, es posible incluso que no llegue nunca, puede que sea muy exigente o puede que todavía no haya llegado el momento. La masturbación ayuda, pero llega un momento en el que cansa. Ahora toca el momento de esperar a que trascurran los acontecimientos, así que me sentaré y pediré un cubata mientras suena suavemente los red hot en mi cabeza. El resto lo hará el tiempo.



Pedro David Dato
Pegado a ti