domingo, 27 de marzo de 2011

Seep

Salir y ver que realmente nada importa, que todo lo que estás haciendo no sirve para nada, sentirte solo, caminar por la calle con unos auriculares y sentir como se detiene el tiempo, ver que no hay nada a tu alrededor, casas, bancos, tiendas personas, pero es un simple vacío.
Estar en un mundo incomprendido en el que quieres aspirar a todo y no consigues nada. Viendo como todo por lo que has luchado, todo lo que has estado a punto de conseguir, solamente se ha quedado en eso, en un simple casi, en unos brazos cruzados y una gran resignación. Y total, para qué, para acabar en una caja de pino.
Como es la vida: nacemos llorando y viendo como un montón de gente ríe y se alegra de dicho acontecimiento.
¿ Y por qué no esperar que cuando nos llegue el día de nuestra muerte cerrar este círculo pero al revés? Me explico: justo al contrario que nuestro nacimiento, nosotros riendo y el resto de la gente llorando, viendo como todos nuestros propósitos y objetivos se han logrado y por una vez tener los deberes bien hechos.

Ha muerto un gran hombre dirán, pero nadie se acuerda de los muertos realmente, nuestra pura tendencia es llorarlos los primeros días, ir a misa, volver al mes, luego al año y ya solamente a ver como van las flores; a olvidar incluso en que parte del cementerio habíamos sido colocados.

Si, llevo mucho tiempo sin escribir, es mucha inercia y puede sonar todo algo heavy, pero de una forma indirecta estoy invitando al positivismo, al conseguir nuestros objetivos sin rendirnos, a saber que da igual cuantas veces caigas siempre que te puedas levantar, que nadie va a poder contigo, que esa soledad señalada al principio es meramente transitoria, que nadie puede apagar una sonrisa, que nadie puede hacernos llorar, simplemente sé feliz, disfrutar de los pequeños momentos, disfrutar con lo que de verdad te llena, desde lo más grande a lo más pequeño pero sin olvidar los pequeños detalles y sin miedo a arrancarte esa espinita clavada que te lleva torturando desde hace tiempo, se libre y feliz. Ese es el mensaje de esta noche.



Pedro David Dato
De la muerte a la felicidad, un paso

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