¿Y por qué la luna no se queja de su soledad?
Podría hacerlo, y sin embargo, ahí la tenemos. Día tras día sin faltar a su cita, sin rechistar.
Nos hace pensar que hay algo más allá, algo que ninguna ciencia puede explicar.
Dame una noche de verano con luna llena, dame un cielo despejado y me darás la felicidad, y eso, eso no tiene precio.
Pedro David Dato
En estado Lunar
Woooh... tardas en escribir, pero cuando te pones... =)
ResponderEliminarPrecioso, y que éstas cosas se te ocurran en época de exámenes es lo más gracioso... y sin dormir.
Mucho ánimo, como siempre.