miércoles, 8 de febrero de 2012

Está demasiado oscuro para ver

      Otra noche más te dispones a darlo todo, otra noche más, con ganas de levantar el ánimo, una semana haciendo planes, tachando los días del calendario para que llegue este momento, el sábado.

     Sales de la ducha, afeitado, after shave y  gomina, todo va a comenzar, ante ti está una noche legendaria, una noche que dejará olvidados todos los jodidos momentos que te han ocurrido en estos últimos tiempos y cuando menos te lo esperas, empiezas a beber... ron, whisky, algo de vodka y un par de rondas de chupitos de tequila, miras la hora en tu reloj de pulsera y te das cuenta de que hay 5 agujas, algo definitivamente no marcha bien.
     Sigues dando vueltas, y vueltas y por un instante, te paras a pensar. Coges aire y piensas: no estoy bien, lo mejor es recogerme, cualquier paso más que dé será un paso más que tendré que dar para llegar a casa. Pero a estas alturas todo da igual, sabes que cualquiera paso más será una locura pero aún así te importa una mierda, tienes una misión, olvidarlo todo, hacer como si nada hubiera pasado y así es, poco a poco vas borrando todos los recuerdos de tu mente, hasta el momento en el que estás en blanco, no recuerdas nada y todo el reciento en el que estás da vueltas y vueltas.

     Seis de la mañana, has conseguido tu propósito, por no saber no sabes ni donde estás, sólo sabes que tu vaso está vacío al igual que tu cartera ya no hay nada que hacer, hay que volver a casa, y sin importarte mucho como vas a llegar te das la vuelta y comienzas la dura caminata, no piensas, no sabes nada, sólo sigues el ritmo que tus pies llevan, piensas que vas a un ritmo normal pero descubres que eso es mentira cuando todo el mundo empieza a adelantarte mientras tú caminas, y sin aún saber como lo has hecho llegas, subes a hurtadillas las escaleras, compruebas  varias veces si has cerrado bien la puerta hasta que finalmente caes a la cama, tu día ha terminado cuando la mayoría de gente lo está empezando, pero has conseguido la misión, no recuerdas nada, estás plácidamente durmiendo....

¿Pero cuando te levantas qué? sigues siendo el mismo, con menos dinero en la cartera y una cara que da realmente pena, y total ¿para qué, ha servido de algo?

Las cosas no han cambiado nada, el pasado siempre estará ahí

Pedro David Dato
Rememorando 




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